miércoles, 1 de mayo de 2013

La mutualidad de los miembros de la iglesia y su relación con Cristo como cabeza de la misma.


La Palabra de Dios afirma en varias ocasiones que la iglesia es el cuerpo de Cristo y por toda lógica que el mismo Cristo es la Cabeza del mismo.
¡Damos gloria a Dios por esto!
Y damos gloria a Dios por esto  en un doble sentido:
a.    Porque la Cabeza de la iglesia, Cristo, es perfecto. Y guiará a su iglesia por medio del Espíritu Santo en cada uno de sus miembros.
b.    Porque ningún pecador por más creyente que sea tiene derecho ni potestad de Dios para erigirse en único director de la misma.

Ahora bien, ¿Es suficiente con que nadie pueda levantarse como Cabeza de la iglesia, alcanza? Creemos que no, ya que puede ocurrir que ningún miembro de la iglesia se erija como único guía porque los demás miembros se opondrían, pero a su vez puede ocurrir que también se deje afuera a Jesucristo.
¿Hay algún ejemplo de esto? Sí, hay un ejemplo contundente.

Apocalipsis 3:20  He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

El versículo expuesto de Apocalipsis es muy usado por nosotros para evangelizar, porque suponemos que Jesucristo solo está afuera de alguien que es inconverso.
¿Es esto realmente así?
Creemos que no, Cristo está haciendo esta exhortación a una iglesia, a la iglesia de Laodicea.

Apocalipsis 3:14  Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:

La iglesia de Laodicea había dejado afuera a Cristo Jesús el Señor y Cabeza de la iglesia.
Se la había creído, estaba muy resuelta y muy segura de sí misma. No se sentía necesitada, ni miserable por el pecado que nos atraviesa a todos. Se creía rica, que todo le salía bien, que tenía visión. Estaba relajada y no tenía pasión. Se creía una elegida vestida con vestiduras blancas.
En medio de su realidad podemos ver también nuestra realidad como iglesia local y aún como creyentes miembros de una iglesia.
Algunas preguntas que nos incomodan.

Hebreos 3:12  Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
Hebreos 3:13  antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

Preguntas incómodas:
¿Me creo muy resuelto en mi vida?
Reflexión: Cuanto más resuelto me crea en mi vida, más dependeré de mi mismo y menos de Dios. Cuanto más inseguro sea de mi mismo, más clamaré por la ayuda e intervención de Dios.

Pablo decía porque cuando soy débil entonces soy fuerte.
2 Corintios 12:10  Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Dios buscará hacernos ver que no le hace falta nuestra fortaleza sino nuestra debilidad, Él buscará debilitar la dura cáscara del ego, de nuestro ego una y otra vez.

Creemos que esto es así no solo en la vida personal sino en la vida de iglesia local.
Aunque parezca cosa rara, la iglesia local puede estar acéfala, sin cabeza como la iglesia de Laodicea.
¡No hay nadie (miembro) que mande pero a su vez tampoco se obedece la Palabra de Dios!

Una de las decisiones más importantes de una iglesia, creemos es la consagración personal de cada miembro a la Voluntad de Dios cueste lo que cueste.
Luego cada uno tendrá diferentes vivencias y tendrá diferentes bendiciones y pruebas que superar en el Espíritu para que cada vez en la vida personal y en la vida de Cuerpo (iglesia) se escuche con mayor fuerza la voz de Cristo.
Es en estos momentos en que Cristo como Cabeza de la iglesia hará uso de los miembros del Cuerpo, de cada uno de los que esté en sintonía y dispuesto a hacer su Voluntad.
Aquí surge una de las frases más alentadoras y trascendentes en la vida de fe comunitaria y mutual (fe recíproca), una frase simple llena de calidez y humanidad: “Los unos a los otros...”

La Cabeza de la iglesia, esto es el mismo Cristo Jesús exhorta, ordena, requiere y quiere que vivamos mutualidad de fe y acción en el Cuerpo de Cristo.

Veamos algunos ejemplo que nos lega la Palabra de Dios.

Sumisión, humildad y servicio de “los unos a los otros”.
Juan 13:14  Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.

Afecto y unidad en tiempos de adversidad de “los unos a los otros”.
Hechos 21: 6  Y abrazándonos los unos a los otros, subimos al barco y ellos se volvieron a sus casas.

Exhortación a amarnos los unos a los otros
Romanos 12:10  Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

Exhortación a no cometer el pecado de juicio a nuestro hermano, no juzgarnos “los unos a los otros”.  
Romanos 14:13  Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.

Ser hospedadores los unos a los otros.
Romanos  15:7  Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.

Amonestarnos los unos a los otros.
Romanos 15:14  Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.

Saludarnos con beso santo los unos a los otros
Romanos 16:16  Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.
1Colosenses 16:20  Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.

Servirnos por amor los unos a los otros.
Gálatas 5:13  Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Soportarnos con paciencia en amor los unos a los otros
Efesios 4:2  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,

No mintiéndonos los unos a los otros.
Colosenses 3:9  No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,

Alentándonos cada día los unos a los otros.
1Tesalonicenses  4:18  Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

Exhortándonos los unos a los otros
Hebreos 3:13  antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

Ser hospedadores sin murmuraciones los unos a los otros.
1Pedro  4:9  Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.
1Pedro 4:10  Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

Cristo es la Cabeza de la iglesia y lo será siempre.
Sin embargo, en esta era y en este mundo somos nosotros como miembros de la iglesia local los que debemos consagrarnos a su Voluntad y a su propósito. Esta sintonía o comunión con Dios se verá también en la vida del cuerpo de Cristo, esto es la iglesia.
Solo así, en comunión con Cristo y dispuestos a su Voluntad es que Cristo ejercerá su potestad sobre la misma.
Es en este tiempo difícil que estamos viviendo cuando más tiene que menguar nuestro ego.
La mutualidad, el amor por el hermano y por nuestro prójimo está en relación inversa a nuestro ego. Cuanto más ego, menos amor y menos servicio. 

Juan 3:30  Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.

Habrá una ecuación divina en este caso. Nuestro ego menguará y se fortalecerá nuestro amor a Dios y a los hermanos y a nuestro prójimo.  
La ley del Espíritu Santo en nosotros cumplirá la ley escrita y pronunciada por Cristo.

Mateo 22:35  Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo:
Mateo 22:36  Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
Mateo 22:37  Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Mateo 22:38  Este es el primero y grande mandamiento.
Mateo 22:39  Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Mateo 22:40  De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Oración: Padre quebranta la cáscara de mi ego para que pueda estar en plena comunión contigo, para que pueda hacer tu Voluntad y para que sea un miembro útil en tu iglesia cuya Cabeza es tu Hijo Cristo.  



¿Está usted afirmado sobre la Roca de la Salvación?
Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
¡Cuidate!
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sábado, 11 de febrero de 2012

Ilustraciones

¿Está usted afirmado sobre la Roca de la Salvación?
Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
¡Cuidate!
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viernes, 25 de febrero de 2011

Nueva Vida en Cristo Jesús


Se dice que, de todas las religiones del mundo,  la fe cristiana  es la que más afecta todas las esferas del ser humano.  El evangelio, de hecho, influye sobre la totalidad de la vida humana, pues se fundamenta en la revelación divina, la cual tiene poder transformador y liberador.  Y esa revelación tiene implicaciones temporales y eternas.  Lo que comienza en la historia humana continua en la eternidad.


Nuestra fe nos permite trascender.  Como cristianos estamos convencidos de que existe otra vida después de la muerte.  Como bien dice el apóstol Pablo: “si Jesús no hubiese resucitado, en vano entonces sería nuestra fe” (1 Corintios 15:14).  Y no tan solo eso, sino que el mismo Jesucristo nos hizo la promesa de que disfrutaríamos de otro tipo de vida: la vida eternal.  Y esta vida eterna ofrecida por el Señor a quienes le aceptan incluye una vida de calidad en medio de la historia humana, y otra que supera los límites del tiempo y nos lleva a niveles insospechados de la gracia de Dios.

Sin embargo, el evangelio no es simplemente una proyección de esa vida futura.  El evangelio nos permite disfrutar  de una vida abundante aquí y ahora.  Pero tal vida no está orientada a la obtención de logros humanos, o a la acumulación de riquezas materiales, o al disfrute del placer.  Esta nueva vida en el evangelio produce modos de ser que nos impelen a vivir sirviendo a Dios y a nuestros semejantes.  El disfrutar de la armonía y de la sana convivencia humana debe ser nuestra prioridad en el mundo.  Vivimos para servir, amar, perdonar, ayudar, compartir y para “dar por gracia lo que por gracia hemos recibido” (Mateo 10:8).  Eso no lo podemos lograr por medio de nuestras propias fuerzas, sino inspirados y motivados por el amor transformador de Dios.

Nuestra naturaleza humana, por su parte, es pecaminosa y egoísta. De esa manera, rechazamos no solamente a Dios, sino también a nuestros semejantes. Tenemos la tendencia de hacer todo aquello que nos causa alegría y placer, y rechazar todo aquello que nos puede causar sufrimiento  Pero cuando vienen los momentos de dolor y angustia, o estamos en el umbral de la muerte, la vida que no está fundada en la gracia y el perdón de Cristo se torna vacía y pierde su sentido. Es como si se muriera en vida.

¿Cómo entonces podemos librarnos de ese camino de muerte?  Dios, conociendo esa realidad, decidió “por su gran amor dar a su unigénito Hijo, para que todo aquel que en El cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).  Todo aquel que recibe el testimonio de Jesús por medio del Espíritu y acepta las promesas contenidas en las Sagradas Escrituras es hecho hijo de Dios (Juan 1:12).  La persona que ha pasado por esa experiencia sabe muy bien que la salvación en Cristo es la más sublime de todas las experiencias humanas. Pasamos de muerte a vida (Juan 5:24), nos movemos de una situación de cautiverio espiritual a una de liberación del pecado.

Tal experiencia de salvación nos mueve a andar en la luz, “pues hemos sido llamados de las tinieblas a su luz admirable” ( 1 Pedro 2:9); nos lleva también a buscar siempre de la presencia de Dios y a dejarnos envolver en su infinito amor.  No solamente eso, sino que también nos convierte en personas sensibles al dolor humano.  Comprenderemos que hay muchas personas sufriendo a causa del pecado y del vivir separados de la gracia de Dios.  Eso nos mueve a compartir nuestro testimonio de vida y a ayudar a a quellos que viven sin fe y sin esperanza.  Al darnos un nuevo corazón el Señor, podemos discernir las necesidades de nuestros semejantes. A medida que vamos andando en la luz, el amor de Dios se hace más fuerte en nosotros.  Ese amor quita de nosotros los rencores, los odios y las raíces de amargura; nos permite ver la vida desde otra perspectiva y nos hace aceptar el sufrimiento como una manera de alcanzar la plenitud en Cristo.  Tal sufrimiento tiene sentido, pues nos lleva a comprender su razón fundamental: Reconocer que nuestra vida terrenal es efímera, pasajera y esto nos hace anhelar la eterna reunión con Dios.  No se trata de despreciar la vida terrenal, sino de disfrutarla al lado del Señor y en armonía con nuestros semejantes.

¡Dios te bendiga y te guarde!

2 Corintios 5:17 – “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”





¿Está usted afirmado sobre la Roca de la Salvación?
Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
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miércoles, 23 de febrero de 2011

El progreso del peregrino (Película completa)

Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.¡Cuidate!¡Dios te bendiga!..................Para compartir esta nota con un amigo pincha sobre el botón blanco aquí abajo.

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lunes, 21 de febrero de 2011

Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado


“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.” (Isaías 55:6)  

¡Qué gloriosa invitación!  A todas las personas que sufren, vengan…a quienes lloran, a quienes son marginados, vengan…a las personas que tienen enfermedades terminales y a quienes luchan por la sobrevivencia, vengan…a quienes les falta el agua, el techo, la ropa y los efectos escolares necesarios para su educación académica, vengan…a quienes están cansados física, emocional, psicológica y espiritualmente, vengan!  Vengan, descansen y encuentren la plenitud de la vida, el verdadero vivir.  Esto sólo podemos encontrarlo en la unión con Dios, que hace todo lo necesario para facilitarnos dicha unión.


Aquel “pacto eterno” que Dios hizo con Israel, del cual nos habla Isaías (55:3), no es otro que el pacto establecido por Dios para contigo y conmigo, con nosotros; el pacto que hizo a través de la muerte y gloriosa resurrección del Redentor de la humanidad, Jesucristo nuestro Señor.  Debemos escuchar y prestar atención a su mensaje; abramos nuestras mentes, nuestros corazones a su Palabra, dejémonos tocar personalmente por su invitación al Reino de Dios.  Sólo teniendo a Dios como el centro de nuestras vidas podemos hacer frente a los diversos problemas y situaciones del diario vivir.  Es su Palabra y su poder divino el que nos brinda la fortaleza suficiente para enfrentar cualquier conflicto con seguridad y autoridad.  Cuando aceptamos y ponemos en práctica la  Palabra de Dios, el mensaje de la Escritura se cumple en nuestras vidas.

El mensaje en el capítulo 55 del libro del profeta Isaías presenta la misericordia gratuita de Dios para la humanidad.  Se presenta  una invitación transformadora al volvernos a Dios.  El Señor nos está invitando a “comer y beber” para el disfrute de una nueva vida: la vida eterna. Es un banquete abierto para todas las personas, para todo el mundo.  Esta invitación a comer y beber también nos recuerda la provisión del maná y del agua en el desierto; es un gran símbolo de la capacidad divina de responder a nuestras necesidades.

Ahora es el tiempo de gracia.  El mensaje de salvación y restauración llega a nuestros corazones en forma suave y nos muestra una forma nueva y adecuada de vivir, una manera distinta y diferente de actuar en la vida.  Pero para que este mensaje pueda realmente ser internalizado es necesario quitar obstáculos del camino, cambiar estructuras, desvanecer fantasías engañosas y abandonar falsas esperanzas.  “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos” (Isaías 55:7), esa es la otra parte de la invitación. Y añade: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová.” (Isaías 55:8)

Una característica de la iglesia de hoy es que vemos mucha falta de compromiso en muchos de los hermanos, y nos preguntamos: ¿qué convicciones tiene la gente?; ¿en quién han creído: en un dios de emociones y trivialidades, o en un Dios grande, poderoso y misericordioso, pero también celoso?; ¿han puesto su fe en un Dios que llama al compromiso y a la dedicación exclusiva a todas las personas que le seguimos?  El Señor nos dice claramente que no podremos gozar de sus bendiciones mientras nos resistamos a la voluntad divina.  Según los “peros” que le pongamos a Dios para cumplir su propósito en nosotros, es el tiempo que tardará en llegar cada bendición.  No nos conformemos con las migajas cuando Dios tiene un banquete de bendiciones para aquellos que hacemos su voluntad. Busquemos al Señor, pero vamos a hacerlo asumiendo un compromiso, viviendo productivamente en la comunidad, sin tener una doble vida, la fe es una sola y se vive las 24 horas de cada día; sea que estemos entre creyentes o entre inconversos.
Hay una ilustración que nos permite ver esto de una forma sencilla.

¿Cuántos de ustedes han tirado piedras en el agua y han observado lo que pasa?  Se van formando unas pequeñas olas, las cuales a su vez, forman unos círculos concéntricos que se agrandan más y más hasta llegar a la orilla.  Si el estanque, el lago, o cualquier cuerpo de agua es grande no todas las olas han de llegar a tierra; se van atenuando hasta que desaparecen.  Para que las olas lleguen a la orilla debes continuar moviendo el agua, o sea, seguir arrojando piedra tras piedra.

Así mismo ocurre con el Evangelio, con la Palabra de Dios.  Jesús representa la piedra que Dios tiró al agua.  Ahí se originó el movimiento, la extension de su Reino.  La iglesia es parte del agua que circula.  En algún momento nos alcanza esa primera ola, nuevas olas se generan y llega el momento en que Dios nos invita a seguir arrojando más piedras al agua, para que nuevos círculos concéntricos aparezcan, se extiendan y lleguen a la gente que está en la orilla.  Tú y yo recibimos esa invitación en un momento dado, y es necesario que continuemos llevando el mensaje, que lancemos piedras al estanque para que esa palabra de vida y esperanza alcance a quienes la necesitan, a aquellos que viven alejados de Dios y no han podido disfrutar de su palabra vivificante y transformadora.  Ahora es el tiempo de hacer la obra, ahora…”en tanto que El está cercano”.

La Palabra de Dios es como la lluvia (Isaías 55:10-11).  No está en el cielo para ser admirada; debe ser regada, esparcida en la tierra del corazón, a fin de que imparta santidad de vida en todos los rincones del ser humano.  La palabra debe habitar en lo más profundo e íntimo del hombre, igual que la lluvia cae y profundiza en la tierra revitalizando cada planta. 

Y lo más hermoso es tener la certeza de una gran promesa; el Señor nos dice: “Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” (Isaías 55:11)

¡Dios te bendiga y te guarde!

Santiago 4:8 – “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.  Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.


Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.


Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
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sábado, 19 de febrero de 2011

Nuestra misión

El llamado que recibimos del Señor Jesucristo es ir a predicar el Evangelio en diferentes sitios en casas de familia.
Desde ya el servicio es absolutamente de gracia, es decir gratis o por el sólo hecho de servir a Jesucristo, deber y privilegio a la vez.
Aquellos que estén de acuerdo con esto y quieran ofrecer sus hogares para que se predique el Evangelio pueden comunicarse a los siguientes correos electrónicos:


1- de_gracia_recibisteis@yahoo.com. ar


2- degraciarecibisteis@gmail.com


Para conocer nuestros fundamentos bíblicos para este trabajo, por favor vea el documento en slideshare haciendo clic en el siguiente enlace: "Las iglesias de las casas: Nuestros fundamentos."




¿Está usted afirmado sobre la Roca de la Salvación?
Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
¡Cuidate!
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viernes, 18 de febrero de 2011




Porque Dios lo ama, él trabajará para limpiarlo. Pero es un castigo amoroso
para aquellos que se arrepienten y retornan a él. Puede que usted sienta las
flechas en su corazón por los pecados del pasado y del presente, pero si usted
tiene un corazón arrepentido y quiere dejar su error, usted puede pedirle a él
su amor que castiga. Usted será corregido – pero con su gran misericordia y
compasión. Usted no sentirá su ira como les sucede a los impíos, sino su
vara de disciplina, aplicada con su amorosa mano.

Tal vez su sufrimiento viene por tomar decisiones erradas. ¿Cuántas mujeres
están sufriendo porque se casaron con hombres que Dios les había advertido
que no se casaran? ¿Cuántos hijos están rompiendo los corazones de sus
padres, llevándolos hasta el límite de su aguante? Pero, muchas veces esto
sucede debido a los pecados pasados de los padres, por sus negligencias y por
haber cedido.

Cuando usted sabe que ha alcanzado el punto más bajo, es hora de buscar al
Señor en quebrantamiento, arrepentimiento y en fe. Es hora de recibir una
nueva infusión de la fuerza del Espíritu Santo. Es hora de ser renovado y
refrescado, de tener fortaleza espiritual fluyendo en usted.

Vea usted, cuando clama a Dios, él derrama su fortaleza en usted: “El día
que clamé, me respondiste; me fortaleciste con vigor en mi alma…Si anduviere
yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos
extenderás tu mano, y me salvará tu diestra. Jehová cumplirá su propósito
en mi; tu misericordia, oh Jehová es para siempre” (Salmo 138:3, 7-8).

Una de las cosas más difíciles para los Cristianos es aceptar el sufrimiento
de los justos. Hasta el tiempo de Cristo, los Judíos asociaban la prosperidad
y la buena salud con la pureza espiritual. Ellos creían que si usted era rico,
con buena salud o de otra manera bendecido, era por que Dios estaba satisfecho
con usted. Por esto fue que sus discípulos tenían dificultad en entender lo
que Jesús había dicho que “Es más fácil pasar un camello por el ojo de
una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” (Mateo 19:24). Los
discípulos le preguntaron, “¿Quién, pues, podrá ser salvo?”

De igual manera hoy, hay una doctrina errónea que dice que si usted está de
acuerdo con Dios, usted nunca sufrirá; tan sólo llame a Dios y él vendrá
corriendo a resolverlo todo inmediatamente. ¡Pero ese no es el Evangelio! Los
héroes de la fe que están en la lista de Hebreos 11, todos ellos caminaron
con Dios en una relación cercana de fe, y sufrieron apedreamientos, burlas,
torturas y muertes violentas (versos 36-38). Pablo mismo, caminó muy junto a
Dios, y fue náufrago, apedreado, azotado, dejado por muerto, lo asaltaron y
robaron, fue encarcelado y perseguido. El sufrió la pérdida de todas las
cosas. ¿Por qué? Estas fueron todas las pruebas y las purgas, donde su fe fue
probada para la gloria de Dios.

Dios quiere plantar algo en nuestros corazones a través de nuestras pruebas y
dificultades. El quiere que podamos decir, “Señor Jesús, tú eres mi
Protector, y yo creo que tú gobiernas los eventos de mi vida. Si algo me
sucede, es por que tú lo has permitido, y yo confío en tu propósito por el
cual lo estás haciendo. Ayúdame a entender la lección de la cual tú quieres
que yo aprenda. Si camino en justicia y tengo tu gozo en mi corazón, entonces
mi vivir y mi morir te traerán gloria a ti. Yo confío en que tú tienes
alguna gloria preparada, algún propósito eterno que mi mente finita no
entiende. Pero de cualquier manera, yo digo, ‘¡Jesús, si vivo o si muero,
soy tuyo!’”


Jesucristo: Dios con nosotros, quien vino a morir por nuestros pecados y nuestra maldad; quien resucitó al tercer día y vuelve en breve según su inquebrantable promesa.

Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

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Señales de los últimos tiempos

Requisito para pertenecer a la iglesia de Jesucristo

“La iglesia es la única comunión fraternal en el mundo cuyo único requisito para integrarla es la falta de mérito del candidato.”

Robert Munger